lunes, 22 de noviembre de 2010

Der Rosenkavalier - Final Trio

El trío final de El caballero de rosa. La Mariscala cumple con lo que se había propuesto en el primer acto: no intentar retener lo que ya no se puede retener. Esto es lo que cantan cada uno:
MARISCALA (para sí, al mismo tiempo que Octavio y Sofía)
Hace algún tiempo decidí
que le amaría honestamente,
incluso aunque él amase a otra.
Pero verdaderamente yo no podía imaginar
que tendría que sufrir por ello tan pronto.
(Suspirando)
Hay tantas cosas en este mundo
que no nos las creemos
cuando oímos hablar de ellas...
Y, sin embargo, cuando nos ocurren a nosotros,
entonces uno comprueba que son ciertas.
Ahí está el muchacho y aquí estoy yo,
con la jovencita que le hará feliz
como a ningún otro hombre.
Con la ayuda de Dios
OCTAVIO
(hablando al mismo tiempo que la Mariscala y Sofía, primero para sí, luego mirando a Sofía)
Algo ha ocurrido, algo ha cambiado.
A ella quisiera yo preguntarle: ¿cómo ha ocurrido?
aunque sé que eso no me está permitido.
A ella quisiera yo preguntarle:
¿por qué estoy temblando por dentro?
¿Acaso he cometido alguna injusticia?,
aunque sé que no debería atreverme a preguntarlo.
Y entonces yo te contemplo, Sofía,
y sólo te veo a ti, sólo te siento a ti, Sofía,
y solamente sé una cosa: ¡que te quiero!
SOFÍA
(hablando a la vez que la Mariscala y Octavio, primero para sí, luego mirando a Octavio)
Parece que estoy en un templo,
con piedad santa, temor y remordimientos.
En realidad, no sé cómo me siento.
(Con profunda expresión)
Me gustaría arrodillarme ante la señora
y a la vez matarla, porque siento que
me da y me quita algo de él al mismo tiempo.
En realidad, no sé qué me ocurre.
Quiero comprenderlo todo, y no entender nada.
Quiero preguntar y, a la vez, no preguntar.
Siento que ardo y que estoy helada
.¡Y sólo te siento a ti y sólo sé que te amo!
(La Mariscala, en silencio, abandona la escena sin que Octavio y Sofía se percaten de ello. Ambos están uno junto al otro. Al momento, Octavio toma a Sofía entre sus brazos)
¿Se puede amar así, como ama la Mariscala? ¿Se puede amar el amor de un amor que nos deja? ¿Se puede amar una felicidad que nos excluye?
Cantan Renée Fleming, Frederica von Stade y Kathleen Battle.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El caballero de la rosa: presentación de la rosa.

Uno de los momentos más bellos del Caballero de la rosa. Octavian, el joven hasta este momento enamorado de la Mariscala (interpretado aquí por Anne Sophie von Otter) presenta la rosa en nombre del novio de Sofía, la hija del rico burgués recientemente ennoblecido y deseoso de ascender socialmente. El papel de Sofía es cantado por Borbara Bonney. Previsiblemente los dos jóvenes se enamoran.

sábado, 13 de noviembre de 2010

viernes, 12 de noviembre de 2010

Cuadros de una exposición: Gnomos

La segunda parte de la entrada anterior, Gnomos. Como es sabido, Mussorgsky concibió la obra para piano, y fue brillantemente orquestada por Ravel.

Cuadros de una exposición: Paseo


La primera parte del primer número de Cuadros de una exposición, de Modesto Mussorgsky. Muy buena para apreciar los bronces. Valery Gergiev dirige la orquesta de Rotterdam.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Trombones

Magnífico pasaje de los trombones en la tercera sinfonía de Schumann. Los trombones son los "a vara", no los cornos, que son los enroscaditos.

Timbales

Seguimos aprovechando la generosidad de la Filarmónica de Berlín. Aquí el final de la primera sinfonía de Brahms, una de las sinfonías que más amo. Aunque van a escuchar bastante a los timbales (el enlace figura, como verán, como timpani tutorial) sólo los verán en los útimos segundos del video.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Trompeta

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Y siguiendo con los bronces aquí tenemos la trompeta, en un encantador fragmento de Petrushka, de Igor Stravinsky. También gentileza de la Filarmónica de Berlín.

Tuba

Preparando el encuentro del próximo sábado vamos a empezar a familiarizarnos con los intrumentos de la orquesta. Aquí, gracias a la gentileza de la Filarmónica de Berlín (¡muchas gracias!) de la que aprovecharemos bastante, podemos ver y esuchar la tuba, el intrumento de bronce más grandote que está al lado de los tres trombones a bara. Es un fragmento de la sinfonía fantástica de Berlioz.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Los no incauatos yerran

El final de Falstaff podría ilustrar el título de uno de los seminarios de Lacan, Les non-dupes errent, traducido como Los no incautos yerran. En eso desemboca la creación de Shakespeare/Verdi/Boito, que nadie se crea demasiado vivo, finalmente, todos somos engañados. "Todo en el mundo es burla, el hombre nace burón". Y por eso mismo todos pueden reunirse en una cena y festejar.

martes, 26 de octubre de 2010

Falstaff seductor

Sir John Falstaff cree estar seduciendo y engañando a la burguesa Alice Ford, pero no sabe que es él quien cayó en la trampa de las comadres de Windsor y de su narcisismo. Bryn Terfel y Barbara Frittoli en una producción del Royal Opera House dirigida por Bernard Haitink y la régie a cargo de Graham Vick.

Sir John Falstaff


Curioso personaje este sir John Falstaff. No es el personaje de una obra de Shakespeare, sino de tres, además de ser nombrado en otras dos. Se lo encuentra por primera vez en la primera parte de Enrique IV y por última en la segunda parte. Entre las dos Shekespeare escribe la comedia que es la principal fuente de la ópera de Verdi: Las alegres comadres de Windsor. El personaje fue enormemente popular ya en la primera obra, y la tradición afirma que fue la reina Isabel la que quizo ver una representación de Falstaff enamorado, de la cual surgió Las alegres comadres de Windsor. La obra es anacrónica y contemporánea: mientras que sir John Falstaff, compañero y mentor del príncipa Hal (futuro Enrique V) es un carácter de comienzos del siglo XV, la comedia es la única obra de Shakespeare que está ambientada en su Inglaterra del silgo XVI.El crítico norteamericano Harold Bloom considera a Falstaff uno de los dos mayores personajes de Shekespeare junto a Hamlet, aunque sólo reivindica al de las dos partes de Enrique IV, y considera al Fastaff de Las alegres comadres de Windsor "un impostor sin nombre disfrazado del gran sir John Falstaff", y por eso mismo llama al protagonista de la comedia el seudo-Falstaff. La ópera de Verdi/Boito, si bien está basada principalmente en Las alegres comadres... toma también elementos de Enrique IV.

domingo, 17 de octubre de 2010

Franco Corelli y Renata Tebaldi "Francesca da Rimini"




Bellísima versión , por dos grandes, Franco Corelli y Renata Tebaldi, de uno de los momentos más conmovedores de Francesca da Rimini, justo antes, precisamente, del momento que relataba Dante, cuando los cuñados enamorados se encuentran y la lectura de la historia de Lanzarote y Ginebra provoca (juego de la ficción y la así llamada realidad) el primer beso.

El la ópera está siempre en el transfondo la historia de otra de las grandes historias de amor medievales, la de Tristán e Isolda, aludida tanto en el texto como en ciertos giros de la música donde la influencia de Wagner es muy evidente.

sábado, 16 de octubre de 2010

Propuesta, programa y modalidad

ENCuENTROS DE OpERA
Propuesta

El goce de la ópera es lo que los ingleses llaman un acquired taste, un gusto adquirido a partir de la frecuentación. Y es que todo en la ópera es artificial, eso es parte de su encanto, pero también una de las razones que hacen que su acceso no sea ni simple ni directo. Es por esta artificialidad que muchas veces la ópera, vista desde afuera,  resulta tan rara, chocante, gritona.
Pero si se encuentra el desfiladero para entrar y relacionarse con la ópera desde adentro, es muy grande el riesgo de que esa explosiva combinación de teatro, palabras y música produzca adicción. Muy poderoso en especial lo que logra generar desde el punto de vista de la emoción. Al potenciarse el teatro con la música algo se revela que va más allá de lo que alcanzarían cada uno por separado. En la ópera, como en el rock, todo es intenso, se busca llevar la experiencia a los extremos, y por eso genera grandes adhesiones y grandes rechazos. En general no acepta términos medios.
Como todo el mundo, cuando disfruto de algo no me alcanza con mi propio goce, quiero compartirlo con otros. Como tanta felicidad le debo a lo largo del tiempo a la ópera he logrado que muchos queridos amigos míos, que ni se imaginaban esa posibilidad, se llegaran a entusiasmar con la ópera. Incluso a algunos los hice caer en la adicción. Por supuesto otros hicieron la experiencia y constataron que no era para ellos, pero yo me quedé muy satisfecho de que su juicio no se basara en prejuicios sino en un “entré, recorrí, y no era lo que estaba buscando”.
Estoy proponiendo un espacio para facilitar ese pasaje, para hacer una verdadera experiencia de la ópera, algo que va mucho más allá del “escuché ópera” que alguna gente me dice, y que es lo mismo que si dijeran “escuché el audio de una película”. Un espacio al que está invitado cualquiera que quiera disfrutar de un momento de ópera en compañía, pero que está especialmente pensado para aquel que nunca escuchó ópera y le pica la curiosidad de meterse en ese mundo (y no tengan duda que es un mundo) o a aquel que ya se va metiendo y quiere transitar en compañía.
La ópera es una fiesta, un evento, que cobra su pleno sentido en el teatro, en el hecho único e irrepetible de cada representación, de cada puesta. Por eso cuando tuve que decidir cómo armar el recorrido, si hacer un desarrollo histórico, o por escuela nacional, o dedicarnos a un músico, finalmente decidí dejarme guiar por la temporada de ópera (tomando los teatros Colón, Avenida y Argentino de La Plata). Y ello por dos razones:
 La primera y más importante es porque de ese modo da lugar a que el que quiera pueda, después de que hayamos hecho una introducción a cada ópera, hacer la experiencia viva de verla en el teatro.
La segunda es que eso le pone al recorrido un factor aleatorio que me gusta, algo así como el azaroso orden de las entradas de una enciclopedia que tanto le gustaba a Borges.
La ópera, creación moderna: un maravilloso tesoro que se ha acumulado a lo largo de cuatro siglos. No quiero que el tesoro quede en el arcón, quiero que se dilapide en goce... Si bien en este espacio no estoy como analista, inevitablemente, tratándose de teatro, situaciones dramáticas, personajes, la mirada del psicoanalista está, condimenta imperceptiblemente las presentaciones.
Jorge Reitter, psicoanalista, melómano.



Programa

En un principio había pensado el espacio como quincenal, pero luego constaté que para adaptarme a la temporada no podía sujetarme a un esquema tan regular, de modo que en esto también el azar hizo lo suyo.

Los martes a las 20:30

4 de mayo: Introducción.
18 de mayo: La Bohème, de Giacomo Puccini.

1ro de junio: Madama Butterfly, de Giacomo Puccini.
15 de junio: Manon Lescaut, de Giacomo Puccini.
22 de junio: Rigoletto, de Giuseppe Verdi.

6 de julio: Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart.
13 de julio: Belisario, de Gaetano Donizetti.
27 de julio: Giulio Cesare, de Georg Friedrich Händel.

3 de agosto: Manon, de Jules Massenet.
17 de agosto: Così fan tutte, de Wolfgang Amadeus Mozart.
24 de agosto: Aida, de Giuseppe Verdi.

7 de septiembre: Serse, de Georg Friedrich Händel.
21 de septiembre: Katia Kabanová, de Leoš Janácek.

12 de octubre: La cenerentola, de Gioachino Rossini.
19 de octubre: Francesca de Rimini, de Riccardo Zandonai.

2 de noviembre: Falstaff, de Giuseppe Verdi.
16 de noviembre: El caballero de la Rosa, de Richard Strauss.

Los sábados a las 11:00

12 de junio: Manon Lescaut, de Giacomo Puccini.
26 de junio: Rigoletto, de Giuseppe Verdi.

10 de julio: Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart.
24 de julio: Giulio Cesare, de Georg Friedrich Händel.

7 de agosto: Manon, de Jules Massenet.
21 de agosto: Così fan tutte, de Wolfgang Amadeus Mozart.
Aida, de Giuseppe Verdi.

4 de septiembre: Aida, de Giuseppe Verdi.
18 de septiembre: Katia Kabanová, de Leoš Janácek.

2 de octubre: La cenerentola, de Gioachino Rossini.
16 de octubre: Francesca de Rimini, de Riccardo Zandonai.
30 de octubre: Falstaff, de Giuseppe Verdi.

13 de noviembre: ya veremos, algo fuera de programa.
27 de noviembre: El caballero de la Rosa, de Richard Strauss.


Modalidad

Las reuniones están pensadas de dos horas, aunque seguramente el entusiasmo (así lo espero) no nos permitirá ser demasiado estrictos. Comenzaríamos hablando de la ópera, pinceladas sobre el momento histórico, el compositor, en fin, todo lo que permita ir dando un contexto que facilite el acceso a la obra, y luego le dedicaríamos más de la mitad del tiempo a los fragmentos más significativos de cada ópera, que mi idea es elegir en función tanto de la ópera en sí misma como de ir haciendo un recorrido que poco a poco vaya dando una idea de la estructura y desarrollo de la ópera como género artístico. Siempre reservando un tiempo al final para que cada uno pueda decir algo de lo que la experiencia le produjo, que me parece una instancia fundamental para apropiarse de la vivencia y no quedar pasivamente tomado por el bombardeo de sensaciones (hay que tener en cuenta que al ver una ópera uno está incorporando simultáneamente una obra de teatro, el texto, la música, la puesta, las actuaciones… es mucho.)
El costo por reunión es de sesenta pesos, si es por mes es de cincuenta por reunión, o sea cien pesos los meses de dos reuniones o ciento cincuenta los de tres.
El lugar de encuentro es en Honduras y Salguero, en Palermo.
¡Los espero!

Datos de contacto:
En facebook: Encuentros de Ópera.
Teléfonos : 4382-6841 y 15-5334-0229.







jueves, 14 de octubre de 2010

Francesca de Rimini


Francesca da Rimini, la ópera de Riccardo Zandonai, está basada en uno de los pasajes más famosos y conmovedores de la Divina Comedia.
Guidado por su maestro Virgilio, Dante llega al segundo círculo del infierno, el de "los carnales pecadores que la razón somenten al deseo". Allí ve a las sombras de Semiramis, Cleopatra, Helena, Aquiles, Paris, y Tristán. Pero hay dos almas siempre juntas que conmueven al poeta: "Comencé pues: "Poeta de buen grado/yo hablaría a esos dos que van tan juntos,/y en el viento parecen tan livianos".
Son Francesca da Rimini y Paolo Malatesta. Ella se casó por conveniencias políticas (que para el caso quiere decir por conveniencias de los hombres y sin consultarla a ella) con Gianciotto Malatesta, el deforme hermano y señor de Rimini, y se enamora de Paolo, hermano de Giancotto.
Dante, que sabía lo que era amar a una mujer casada, pregunta:
Luego me volví a ellos para hablarles,
y comencé: "Francesca, tus martirios
me entristecen y apiadan hasta el llanto.
Dime: ¿en el tiempo del dulce suspiro,
en qué y cómo os concedió el amor
que conocieseis los deseos dudosos?"
Y ella a mí: "Ningún dolor más grande
que el recordar el tiempo venturoso
en la desdicha; tu doctor lo sabe.
Más si por conocer la raíz primera
de nuetro amor tu muestras tanto anhelo,
haré como quien llora y habla a un tiempo.
Leíamos un día, por recreo,
cómo el amor lo atrajo a Lanzarote;
solo estábamos, sin sospecha alguna,
Varias veces los ojos se encontraron
en la lectura, palideció el rostro,
pero nos dominó sólo un pasaje.
Al leer cómo la sonrisa ansiada
fuera besada por un tal amante,
éste, de quien yo nunca he de apartarme,
la boca me besó todo temblante.
Galeoto el libro fue y quien lo hizo:
desede ese día nunca más leímos".
Mientras un alma esto me decía,
la otra lloraba tanto que, apiadado,
me sentí desmayar como quien muere,
y caí como cuerpo muerto cae.
Lanzarote (sir Lancelot) era uno de los caballeros de la mesa redonda, que se enamora de Ginebra, la esposa del legendario rey Arturo, pero que, valiente en las batallas, era incapaz de declararle su amor. Galeoto era el amigo de Lanzarote que intermedió, pidiendo a Ginebra que concediera al caballero un beso en la boca.
Cuando Gianciotto descubre los amores de los dos cuñados mata a ambos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

De cómo el compositor italiano hace amistad con el general sudamericano



La foto tiene que ser anterior a 1944, porque en ese año los nazis, derrotados, quemaron el château Petit Bourg. En las sucesivas residencias que hubo en este lugar se alojaran entre otros dos reyes de Francia (Luis XIV y Luis XV), Pedro el grande, zar de Rusia y Napoleón Bonaparte.
En la década de 1830 (¡signo del cambio de los tiempos!) fue adquirida por un banquero español, Alejandro María Aguado. Siendo oficial del ejército español había decidido pasarse al ejército francés en el momento de la invasión napoleónica a España. Una vez derrotados los franceses en España se exilia en Francia donde demuestra una enorme habilidad para los negocios, que lo convierten, a través de operaciones financieras y bursátiles (entre otras cosas, gracias a los negocios que le permitieron sus contactos con Cuba y con Méjico, fundó un banco) en el hombre más rico de Francia.
Este rico banquero fue además un gran mecenas de artistas y entidades artísticas. Honoré de Balzac y Gérard de Nerval eran visitas habituales en Petit Bourg. Pero ante todo Aguado era un apasionado de la ópera, que entre otras cosas financió a la Ópera de París y al Teatro de los Italianos. Fue muy amigo de Gioachino Rossini, que pasaba largas temporadas en Petit Bourg. Allí compuso su útlima ópera, Guillermo Tell. Era tanta la admiración del marqués (¿ya había dicho que se le otorgó un título de nobleza en agradecimiento por los servicios prestados a la corona española?) por Rossini que las calles del parque de Petit Bourg tenían el nombre de sus óperas.
Allí el músico italiano entabló estrecha amistad con un general sudamericano, con el que solían tener largas charlas. El general era un ex compañero de armas de Aguado, y frecuentemente se lo veía en el palco de Aguado en la ópera, un tal José de San Martín.
Aguado, que murió de un súbito ataque de aplopejía en 1842 tenía tanta confianza en San Matín como para nombrarlo su ejecutor testamentario (¡de una de las fortunas más grandes de Europa, tanto de inversiones y propiedades como en obras de arte!) y tutor de sus hijos. El general se ocupó de la delicada tarea, y hasta donde yo sé, no hubo quejas.

Obertura de La Cenerentola

Si tomamos las cosas por el lado del tiempo, Rossini es lo más opuesto que podamos imaginar a Janácek. Si este último tuvo una eclosión de creatividad a partir de los sesenta años, Rossini dejó de componer óperas a los treinta y siete años, y desde ese momento hata su muerte, a los setenta y seis años (¡casi cuarenta años!) se dedicó a llevar una vida de bon vivant y de gourmet (ahí están los famosos canelones que llevan su nombre como testimonio). Su situación financiera lo permitía y además contaba con el invaluable consejo de Alejandro Aguado, del cual hablamos en la entrada anterior.

Para ese entonces vivía en París. La Cenerentola fue escrita en Italia, en el período más fecundo de su vida, en 1817, el año siguiente al del estreno del El Barbero de Sevilla, su ópera cómica más famosa. Acá podemos escuchar la obertura, que ya nos pone en ese chispeante clima de comedia, por orquesta del Met de Nueva York bajo la dirección de Maurizio Benini.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La Cenerentola - Don Magnifico

En la ópera La Cenerentola no hay madrastra, como en el cuento de Charles Perraul, sino un padrastro, Don Magnifico, que sólo piensa en casar a alguna de sus dos hijas y poder así salvar su muy comprometida situación financiera. La herencia de su hijastra ya la dilapidó. Acá escuchamos un aria del segundo acto en la "magnífica" interpretación de Enzo Dara.

DON MAGNÍFICO: Yo he jugado con las dos y venceré sea cual sea la elección.Entre las dos él no escapará;¡Ah!, veréis, veréis,hijas benditas,¡cómo se hablará de mí en los periódicos! Es el momento oportunopara ponernos en pie. Lo sabéis, estoy endeudado.Hipotecado a vender mis botas a la criada.Pero la vida continúa y ¡se me agobiará con súplicas! Mi único deseo como padre es este,que redactéis la petición a mi modo.Nos entenderemos entre nosotros;hijas de mis entrañas, en vosotras confío.Cualquiera que sea la hijaque en breve accederá al trono,¡ah! no dejéis abandonadoa un magnífico papá.Ya me veo a éste o aquélllevándoseme a un rincón,y, quitándose el sombrero,comenzar: Señor barón,¿a su real hijallevaría un memorándum?Tenga: para chocolate,y un doblón bien acuñadome desliza mientras tanto.Yo contesto: Pues sí, veremos.¿Es de peso? Hablaremos.A palacio podéis entrar.Ahora cambio: y agradabletoda olores, toda pomadas,ante mi se inclina una jovencon suspiros y cumplidos:¡Baroncín! No os olvidéisdel asunto y ya me entendéis...Sin dinero habla a los sordos.La manita al pronto extiende,deja caer una piastra.Yo, galante: ¡Bellos ojillos!¡Ah! ¡Qué no haría yo por vos!¡Yo deseo contentaros!Me despierto a mediodía:apenas hago sonar la campanilla,y ya veo en torno al lecho un montón de suplicantes: éste pide protección; aquél que un entuerto enderece; uno querría un trabajito, otro una cátedra y es un borrico, uno la exclusiva de la aguja, otro de la pesca de la anguila, y entretanto en todas partes me inundarán y atiborrarán de memorias y peticiones, de gallinas, de esturiones, de botellas, de brocados, de candelas y escabeche, de buñuelos y pasteles, de confituras, de confites, de piastras, de doblones, de vainilla y de café. Basta, basta: no traigáis más: acabad: ¡marchad!Cierro puertas con cadenas: inoportunos, enojosos, fuera, fuera, alejaos. Pronto, pronto, fuera de aquí.

DON MAGNÍFICOYo he jugado con las dos y venceré sea cual sea la elección.Entre las dos él no escapará;¡Ah!, veréis, veréis,hijas benditas,¡cómo se hablará de mí en los periódicos! Es el momento oportunopara ponernos en pie. Lo sabéis, estoy endeudado.Hipotecado a vender mis botas a la criada.Pero la vida continúa y ¡se me agobiará con súplicas! Mi único deseo como padre es este,que redactéis la petición a mi modo.Nos entenderemos entre nosotros;hijas de mis entrañas, en vosotras confío.Cualquiera que sea la hijaque en breve accederá al trono,¡ah! no dejéis abandonadoa un magnífico papá.Ya me veo a éste o aquélllevándoseme a un rincón,y, quitándose el sombrero,comenzar: Señor barón,¿a su real hijallevaría un memorándum?Tenga: para chocolate,y un doblón bien acuñadome desliza mientras tanto.Yo contesto: Pues sí, veremos.¿Es de peso? Hablaremos.A palacio podéis entrar.Ahora cambio: y agradabletoda olores, toda pomadas,ante mi se inclina una jovencon suspiros y cumplidos:¡Baroncín! No os olvidéisdel asunto y ya me entendéis...Sin dinero habla a los sordos.La manita al pronto extiende,deja caer una piastra.Yo, galante: ¡Bellos ojillos!¡Ah! ¡Qué no haría yo por vos!¡Yo deseo contentaros!Me despierto a mediodía:apenas hago sonar la campanilla,y ya veo en torno al lecho un montón de suplicantes: éste pide protección; aquél que un entuerto enderece; uno querría un trabajito, otro una cátedra y es un borrico, uno la exclusiva de la aguja, otro de la pesca de la anguila, y entretanto en todas partes me inundarán y atiborrarán de memorias y peticiones, de gallinas, de esturiones, de botellas, de brocados, de candelas y escabeche, de buñuelos y pasteles, de confituras, de confites, de piastras, de doblones, de vainilla y de café. Basta, basta: no traigáis más: acabad: ¡marchad!Cierro puertas con cadenas: inoportunos, enojosos, fuera, fuera, alejaos. Pronto, pronto, fuera de aquí.DON MAGNÍFICO: Yo he jugado con las dos y venceré sea cual sea la elección.Entre las dos él no escapará;¡Ah!, veréis, veréis,hijas benditas,¡cómo se hablará de mí en los periódicos! Es el momento oportunopara ponernos en pie. Lo sabéis, estoy endeudado.Hipotecado a vender mis botas a la criada.Pero la vida continúa y ¡se me agobiará con súplicas! Mi único deseo como padre es este,que redactéis la petición a mi modo.Nos entenderemos entre nosotros;hijas de mis entrañas, en vosotras confío.Cualquiera que sea la hijaque en breve accederá al trono,¡ah! no dejéis abandonadoa un magnífico papá.Ya me veo a éste o aquélllevándoseme a un rincón,y, quitándose el sombrero,comenzar: Señor barón,¿a su real hijallevaría un memorándum?Tenga: para chocolate,y un doblón bien acuñadome desliza mientras tanto.Yo contesto: Pues sí, veremos.¿Es de peso? Hablaremos.A palacio podéis entrar.Ahora cambio: y agradabletoda olores, toda pomadas,ante mi se inclina una jovencon suspiros y cumplidos:¡Baroncín! No os olvidéisdel asunto y ya me entendéis...Sin dinero habla a los sordos.La manita al pronto extiende,deja caer una piastra.Yo, galante: ¡Bellos ojillos!¡Ah! ¡Qué no haría yo por vos!¡Yo deseo contentaros!Me despierto a mediodía:apenas hago sonar la campanilla,y ya veo en torno al lecho un montón de suplicantes: éste pide protección; aquél que un entuerto enderece; uno querría un trabajito, otro una cátedra y es un borrico, uno la exclusiva de la aguja, otro de la pesca de la anguila, y entretanto en todas partes me inundarán y atiborrarán de memorias y peticiones, de gallinas, de esturiones, de botellas, de brocados, de candelas y escabeche, de buñuelos y pasteles, de confituras, de confites, de piastras, de doblones, de vainilla y de café. Basta, basta: no traigáis más: acabad: ¡marchad!Cierro puertas con cadenas: inoportunos, enojosos, fuera, fuera, alejaos. Pronto, pronto, fuera de aquí.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Leoš Janáček, Cuarteto para cuerdas Nro 2, Cartas íntimas



Janácek escribió su segundo cuarteto para cuerdas poco antes de morir. Lleva por título cartas íntimas, en referenca a las más de setecientas cartas que le escribiera, como ya dijimos, a Kamila Stösslová. Ella no tenía práctimamente interés por la música y no tenía siquiera una noción del lugar que ya ocupaba Janácek en el panorama musical europeo. Aquí escuchamos el primer movimiento por el cuarteto Vlach de Praga.

martes, 14 de septiembre de 2010

Leoš Janáček - Sonata 1. X. 1905


El primero de octubre de 1905 Janácek presencia una marcha en apoyo al establecimiento de una universidad checa en Brno, su ciudad. Ve como un trabajador es asesinado e inmediatamente después inicia la composición de una sonata para piano. Al poco tiempo del estreno quema el tercer movimiento, una marcha fúnebre, y al tiempo arroja el resto de la sonata a las aguas del Vltava, el río de Brno (¡nombres fáciles de pronunciar estos chechos!). Afortunadamente la pianista que la estrenó había guardado una copia, aunque recién lo dijo en 1924 (¡tal vez conocía muy bien a Janácek!), cuando fue reeditada en su formato definitivo de dos movimientos. Acá escuchamos el conmovedor segundo movimiento, "La muerte". La interpreta Rudolf Firkusny.

Tanto en lo político como en lo musical Janácek era profundamente anti-austríaco y anti-alemán (no olvidemos que Chechoslovaquia y Moravia eran por aquel entonces parte del Imperio Austrohúngaro) y muy admirador de todo lo eslavo y especialmente de lo ruso. El texto sobre el que se basa Katia Kabanova es una obra de teatro rusa, La tormenta, de Alexandr Ostrovski (1823-1886)

lunes, 13 de septiembre de 2010

La curiosa vida de Leos Janácek


Curioso destino el de Leos Janácek (1854-1928), músico checo o moravo, según la fuente que consultemos. Casi toda su obra la escribió después de los cincuenta años, y la gran mayoría después de los sesenta y dos. Aunque nació antes que los compositores de la última etapa del romanticismo, Gustav Mahler, Richard Strauss, Hugo Wolf, su música más caracteristica corresponde al espíritu y sonido de la generación más joven. Destino muy trágico, tuvo que vivir la muerte de sus dos únicos hijos. A los sesenta y tres años se enamora de Kamila Stösslová, una joven mujer casada, 38 años menor que él, que sería su fuente de inspiración de allí en adelante. Se conservan cerca de 730 apasionadas cartas que le escribió. Fue inspirado en ella que compuso Katia Kabanova, estrenada en 1921.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El rey que no superó a papi


Jerjes I, rey de Persia, vivió aproximadamente entre el 519 y el 465 a.c. Quizo vengar (y superar, supongo) a su padre, Darío I, que había sido derrotado por los griegos en la batalla de Martón, en la primera guerra médica. Jerjes desata entonces la segunda, no tanto contra los griegos sino contra la alianza de atenienses y espartanos (muchas otras ciudades griegas se aliaron con los persas). Si bien los atenienses no la pasaron nada bien (Atenas fue saqueada y destruida) a la larga fue una victoria griega. O sea que finalmente Jerjes no logró superar a papito.
De todo esto no hay nada en la ópera Serse, que sólo toma del rey persa el nombre y dos episodios circunstanciales relatados por Heródoto. El primero es que en una ocasión se fascinó tanto con un plátano que lo colmó de adornos e incluso lo puso bajo la protección de un guardia (los analistas ya se estarán preguntando cómo se dice plátano en persa - no sé). Este episodio es el que da lugar al aria más famosa de la ópera y posiblemente de Handel, Ombra mai fu.
El otro episodio es la construcción de un puente de barcos para cruzar el Helsponto, el estrecho que une Europa con Asia (ya sé, es curioso decirlo así ya que Europa y Asia están unidas, pero ustedes me entienden). Excepto esas dos referencias, toda la ópera es una invención que sólo toma de Jerjes el nombre, no guarda ninguna fidelidad histórica.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Kathleen Ferrier canta Ombra mai fu

Serse se incia con el aria más famosa de Handel, Ombra mai fu, muy concocida también en una transcripción instrumental conocida como Largo de Serse.

Aquí la podemos escuchar por la muy muy grande Kathleen Ferrier (1912-1953). Sí, ya sé, el sonido no es muy bueno, pero es una de las voces más sublimes que existen.

domingo, 29 de agosto de 2010

Haendel, Serse, "Se bramate d'amar chi vi sdegna".

Serse, ópera de Georg Friedrich Handel (1685-1759) no fue en su momento un gran éxito. Fue estrenada en Londres en abril de 1738, en el King´s Theatre, Haymarket, y luego de cinco representaciones fue olvidada por unos... doscientos cincuenta años.

El libreto es muy muy complicado: para entender quién está enamorado de quién, quien no está enamorado de quien, quien odia a quien y quien engaña a quien hay que verla muchas muchas veces, y aún asi... Complicada como esas telenoveas de teenagers donde las historias se entreveran de un modo inextricable.

Eso no quita que está repleta de una música maravillosa. Acá va una aria de la ópera por mi muy amada Anne Sofie von Otter.

domingo, 22 de agosto de 2010

Salvatore Licitra y Nina Stemme cantan la escena final de Aida

Nombré el poder soberano y el poder del amor. Me faltó nombrar el tercer poder que interviene en Aida, el poder de la muerte. Si alguno de los tres finalmente triunfa... bueno, ustedes me darán su opinión.

jueves, 19 de agosto de 2010

Mario del Monaco canta Celeste Aida




Como en muchas otras óperas de Verdi, en Aida se cruzan la pequeña historia, la historia de los protagonistas, de sus amores, sus sueños, con la gran historia, la de la política, los ejércitos y los dioses. Y se enfrentan el Poder con el poder del amor. Es imposible decir si alguno gana.


Aida es esclava en Egipto, aunque princesa en Etiopía. Radamès, joven oficial la ama pero ¡ay!, Amneris, la hija del faraón, lo ama a él. Rival temible, pero impotente; dolida pero peligrosa.


En el recitativo Radamès canta su deseo de ser designado jefe del ejército y en el aria sueña dedicar el triunfo a Aida. De mi pensamiento sos reina, sos el esplendor de toda mi vida. El aria termina con el deseo de erigirle un trono cerca del sol. La esclava, reina. Canta Mario del Mónaco en Tokio, en 1961.

viernes, 13 de agosto de 2010

Così fan tutte: Ferruccio Furlanetto - Donne mie, la fate a tanti!








Guglielmo acaba de conquistar a Dorabella. Lo lamenta por Ferrando, pero está orgulloso de su seducción y de la fidelidad incólume de Fiordiligi. En ese momento canta esta magnífica aria, tan bien interpretada aquí por Ferruccio Furlanetto. La letra dice:


Mujeres mías,
se la jugáis a tantos que,
si os he de decir la verdad,
cuando se quejan los amantes
los empiezo a compadecer.
Yo aprecio a vuestro sexo,
lo sabéis,
y lo sabe todo el mundo,
cada día os lo demuestro,
os doy pruebas de amistad.
Pero eso de jugársela
a tantos y tantos
me llena de indignación,
en verdad.
Mil veces he tomado la espada
para salvar vuestro honor,
mil veces os he defendido
con palabras y aún más
con el corazón.
Pero eso de jugársela
a tantos y tantos
es un pequeño vicio muy molesto.
Sois hermosas, sois amables,
de tesoros os colmó el cielo,
y las gracias os circundan
de la cabeza a los pies.
Pero se la jugáis
a tantos v tantos
que no se puede ni creer.
Pero se la jugáis
a tantos y tantos
que si gritan los amantes
ciertamente tienen mucha razón.


La puesta es de Jean-Pierre Ponnelle (el mismo que hizo la puesta del Rigoletto que vimos, en la cual Sparafucile era Ferruccio Furlanetto), dirige la filarmónica de Viena Nikolaus Harnoncourt.



Come scoglio immoto resta












La historia se inicia en Nápoles, en un café donde se bebe y se juega a las cartas. Dos jóvenes oficiales, Guglielmo y Ferrando, están charlando con Don Alfonso, un amigo, hombre de mundo y "filósofo", de ese tipo de filósofos que produjo el siglo XVIII. Don Alfonso dice que la fidelidad de las mujeres es como el ave Fénix, todos hablan de ella pero nadie la vio. Los dos jóvenes replican que tanto Firodiligi como Dorabella, las hermanas de las que están enamorados, son ese ave Fénix. Entonces Don Alfonso propone una apuesta: si ellos, como soldados que son, hacen todo lo que él les diga durante un día, les va a demostrar que es él quien tiene razón.



Los dos jóvenes, que supuestamente fueron llamados al "campo de batalla" (y esto da lugar a una deliciosa escena de despedida) retornan disfrazados como dos ricos comerciantes Albaneses, y siguiendo las directivas de Don Afonso comienzan el asedio de las dos hermanas.



En esta aira, Fiordiligi echa indignada a los dos pretendientes. Temerari, sortite di questo loco! (Temerarios, ¡salgan de aquí!) comienza en recitativo, y en el aria dirá que su fidelidad y su amor son fuertes como una roca que permanece impávida ante los vientos y la tempestad. Un rato más tarde estará en los brazos de Sempronio, que no es otro que Ferrando, el novio de su hermana Dorabella.



Canta la muy bella Veronique Gens.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Così fan tutte, Soave sia il vento.

Fiordiligi y Dorabella lloran la partida de sus novios acompañadas por el cínico Don Alfonso. Música deliciosa y nostálgica. Pero nada en esta ópera es exactamente lo que parece, y nosotros, como expectadores, sabemos, al igual que Don Alfonso (el artífice de todo esto) que todo es una parodia, donde verdad y mentira se confunden hasta el punto de ser indistinguibles.¡Comedia!
Fiordiligi: Fiordiligi: Elisabeth Schwarzkopf, Dorabella: Christa Ludwig, Don Alfonso: Walter Berry. Orquesta y coros Philarmonia, dirigidos por Karl Böhm.

lunes, 9 de agosto de 2010

Una bella serenata.wmv


Esta temporada hasta el momento no ha sido muy pródiga en comedias y entonces con Cosí fan tutte va a ser la primera vez en el año que veamos una ópera en la que no muere nadie. O.K., hubo que esperar, ¡pero qué comedia! ¡Y las que nos esperan aún, otros dos platos fuertes que se llaman La cenerentola y Falstaff! Un festín.


Somos minoría, pero una minoría no tan ínfima, los mozartianos que consideramos que Così fan tutte es la mejor ópera de Mozart. Todo en ella es un disparate, pero un delicioso disparate que suscitó toda la censura del siglo XIX, es decir del romanticismo, que por supuesto prefirió absolutamente a Don Giovanni. ¡Y qué música, un flujo contante de música celestial! Por el momento no digamos nada de la trama, simplemente zambúllanse en esta música sublime. Se las regalo en una versión histórica, grabada entre 1934 y 1935 en el festival de Glyndebourne, que con esta obra en esta versión inauguraba su magnífica historia. Dirige el genio de Fritz Busch, cantan como Ferrando Heddle Nash, como Guglielmo Willi Dongraf-Fassbänder y como Don Alfonso John Brownlee. Es un trío (sí, Così fan tutte está casi llena de esos increíbles conjuntos mozartianos, dúos, tríos, cuartetos... ¿por qué creen que les dije que era mi favorita?) que se llama Una bella serenta.

lunes, 2 de agosto de 2010

Renee Fleming - Manon - Massenet - Ah! Des Grieux!

Otra vez Renée Fleming, esta vez con el Cordobés Marcelo Álvarez, en el último acto de Manon. A diferencia de lo que sucede en el libro del abate Prévost, y de la ópera de Puccini, la Manon de Massenet no llega a América, muere antes de partir, en Le Havre. ¡Pero qué dulce morir así!

Esta Manon es una opéra comique, pero eso no quiere decir una ópera cómica (aunque tenga algún rasgo de humor), sino que es una ópera que tiene partes habladas (la mayoría con acompañamiento orquestal). Es que ese era el estilo de las óperas cómicas en Francia, Alemania e Inglaterra, donde no había recitativos. Cuando en Francia se empezó a usar el mismo procedimiento en óperas serias el término desplazó su sentido... lo que siempre sucede con las lenguas, para felicidad de los poetas y desesperación de los lógicos.

Renee Fleming - Manon - Massenet - Adieu notre petite table


Renée Fleming, bellísima, haciendo la misma aria en la que habíamos escuchado a Natalie Dessay, Adieu notre petite table. La mesita es el símbolo de la pobreza en la que vivieron felices... pero Manon no está hecha para la pobreza, ama el lujo, la diversión, y casi sin admitírselo a sí misma ya decició dejar al caballero Des Grieux por un "mejor partido". ¡Y aún así, es tan bello como canta! De todos modos la Manon de Massenet/Meihac es mucho menos cínica, y menos creíble,  que la de Puccini. ¡No importa, da lugar a una música tan hermosa!

jueves, 29 de julio de 2010

Manon



Hasta ahora todas las óperas que vimos fueron cantadas en italiano, excepto unos fragmentos de Carmen que vimos en la primer reunión, escuchamos óperas escritas por dos italianos, un austríaco y un alemán que se naturalizó inglés, pero siempre estuvieron cantadas en italiano. Algo que ya de por sí habla del lugar preeminente que tiene Italia en la historia de la ópera, y muy especialmente en los dos primeros siglos de la misma. Pero ya casi desde el comienzo de esa historia hubo un pais, y por mucho tiempo sólo uno, que hizo valer su ópera nacional ante la influencia italiana: Francia. No sólo eso, da dramaturgia francesa fue la principal influencia en la creación de la ópera seria italiana del siglo XVIII, de la cual vimos un ejemplo con Giulio Cesare, de Handel. La francesa es entonces la más antigua tradición operística después de la intaliana.

Julesa Massenet (1842-1912) fue un compusitor inmensamente popular en vida, por lejos el más famoso músico francés de su época para sus contemporáneos. Desde ya mucho más famoso que otro músico, entonces más bien oscuro y que ahor apreciamos mucho más: Claude Debussy (1862-1918)

Manon es la ópera más célebre de Massenet y una de las óperas más representadas en su momento, y aún hoy una ópera muy amada por los cantantes y por el público (no tanto por los críticos musicales). Aquí va una de las escenas del segundo acto, cuando Manon está a punto de separarse del Caballero Des Grieux. ¡Con subtítulos en castellano!

Encuentros de ópera - Agosto


jueves, 1 de julio de 2010

La ci darem la mano

Y, la cosa viene complicada para el amor en Don Giovanni. Él, como ya dijimos, sólo se ama a sí mismo y a su catálogo. Donna Elvira lo ama a él con un amor obstinado y sin ninguna esperanza. Don Ottavio ama a Donna Anna, pero está claro que nunca logrará ocupar en la su vida el lugar que dejó vacante el padre... ni el lugar que a pesar de todo ocupó Don Giovanni. Zerlina termina reconciliándose con Masetto, pero estuvo a un tris de sucumbir a la seducción de Don Giovanni, solo la aparición de Donna Elvira lo evitó.

En el archivo adjunto va La ci darem la mano, el famoso dúo en el cual Don Giovanni, con palabras bellas y mentirosas, intenta (y logra) seducir la Zerlina. Cantan Bryn Terfel y Hei-Kyung Hong.

martes, 29 de junio de 2010

Don Giovanni

Don Giovanni, ossia il dissoluto punito. Don Juan, o sea el disoluto castigado, es el nombre del dramma giocoso, la segunda de las tres óperas que crearon Mozart y Da Ponte. Antes Las bodas de fígaro, después Cossì fan tutte. El consenso general se inclina a considerar a Don Giovanni la cumbre de las tres, la "ópera de las óperas" la llamaba nada menos que Richard Wagner (alguien que ciertamente tenía autoridad para hablar de ópera). Mis preferencias están repatidas entre las otras dos, particularmente me inclino por Così fan tutte, que tendremos el gusto de ver más adelante.Dramma giocoso, si bien dicen los estudiosos que tenía en la época el sentido de comedia, si lo tomamos literalmente se presta perfectamente para caracterizar esta ópera, que teniendo mucho de comedia, no deja de ser finalmente un drama.

Todo en ella gira al rededor de la fasciante figura del Don Juan, el seductor, el blasfemo, el burlador, ¿el enamorado de las mujeres? No creo, en mi opinión Don Giovanni sólo ama su catálogo, aquel en el que va anotando sus conquistas, que ya superan las mil ochocientas.La ópera arranca con una de las piezas más hermosas e impresionantes de Mozart, la obertura, que nos hace escuchar desde el comienzo la música de la última escena, aquella en la cual el il Commendatore que asesinó al inicio viene a buscarlo.

En el archivo adjunto va en la versión de Wilhelm Furtwängler dirigiendo la orquesta filarmónica de Viena en le festival de Salzburgo de 1949. El régiseur para esa puesta de Don Giovanni fue Herbert Graf, al cual los psicoanalistas conocen como Juanito, un chico con fobia a los caballos cuyo padre, el musicólogo Max Graf era uno de los asistentes de la sociedad de los miércoles.

Jorge.

martes, 8 de junio de 2010

Sola,perduta,abbandonata



Manon, aquí interpretada por la extraordinaria soprano rusa Galina Vishnévskaya, apenas puede sostenerse en su huida por el desierto, las llanuras de Luisiana. Agotada y con fiebre, arde de sed y le pide a Des Grieux que trate de encontrar agua. Canta entonces el aria más famosa de la ópera: sola, perduta, abbandonata. El más absoluto desamparo otra vez, como lo vimos en Butterfly. Manon se muere y se muere mal, demasiado joven, sin tiempo para reconciliarse con su vida. Se muere con remordimientos, lamentando su "funesta belleza". No creo que se síenta abandonada por Des Grieux, él está siempre a su lado y ella lo sabe. No, creo que su abandono es mucho más radical, que se siente abandonada por Dios.

domingo, 6 de junio de 2010

El abate Prévost

El abate Prévost por Georg Friedrich Schmidt, 1745

Antoine François Prévost, llamado d'Exiles (Hesdin, Artois, 1 de abril de 1697 - Chantilly, 25 de noviembre de 1763), más conocido por su título eclesiástico de Abbé Prévost, fue un novelista, historiador y traductor francés.
Fue uno de esos típicos personajes que produjo el silgo XVIII: clérigo, libertino, aventurero, hombre de letras, traductor, seductor. Alguien de la misma estirpe que un Casanova o un Lorenzo Da Ponte. Fue un autor muy prolífico y un gran conocedor de la lengua y cultura inglesas, además de haber traducido numerosas obras del inglés al francés. Gran conocedor y amante de las mujeres. Su obra más importante son las Mémoires et aventures d’un homme de qualité qui s’est retiré du monde (Memorias y aventuras e un hombre de calidad que se retiró del mundo), en cuyo séptimo volumen se haya la obra que le garantizaría la posteridad: Histoire du Chevalier des Grieux et de Manon Lescaut, la Historia del Caballero des Grieux y de Manon Lescaut. El libro fue inmensamente popular desde el momento de su publicación, en 1731. Fue condenado dos veces en Francia por considerarse escandaloso, en 1733 y en 1735, pero eso no impidió, por supuesto, que siguieran circulando innumerables ediciones piratas. Prévost lo vuelve a publicar en 1753 con el título con el que ahora la conocemos, Manon Lescaut. En esa edición bajó el tono de alguos episodios y introdujo más discursos morales... ¡En fin!, a esa altura habia vuelto a ser eclesiástico.


sábado, 29 de mayo de 2010

Renata Tebaldi "Un bel di vedremo"

La gran rival de Maria Callas, (como si en el mundo no hubiese suficiente lugar para ambas), Renata Tebaldi, haciendo el aria más famosa de Madama Butterfly (en realidad, para ser más preciso, la única verdadera aria de la ópera y nucleo temático reiteradamente citado a la largo de la obra). En el segundo acto Pinkerton, el oficial de la marina americana con el cual Butterfly "se casó" (ya veremos por qué las comillas) ya hace tres años partió y ya nadie cree que vaya a volver, mucho menos a buscar a la chica de diecicoho años que dejó en Nagasaki. Nadie excepto Butterfly, que en esta aria canta su certeza en el regreso su amor. Es que veremos que en ello se le va la vida.
Aquí va la letra, en italiano primero y luego en castellano



Un bel di vedremo

Levarsi un fil di fumo sull´estremo

Confin del mare.

E poi la nave appare.

E poi la nave bianca

Entra nel porto, romba il suo saluto.

Vedi? E´ venuto!

Io non gli scendo incontro. Io no. Mi metto

Là sul ciglio del colle e aspetto, aspetto

Gran tempo e non mi pesa

La lunga attesa.

E... uscito dalla folla cittadina

Un uomo, un picciol punto

S´avvia per la collina.

Chi sarà? Chi sarà?

E come sarà giunto

Che dirà? Che dirà?

Chiamerà Butterfly dalla lontana.

Io senza far risposta

Me ne starò nascosta

Un po´ per celia, e un po´ per non morire

Al primo incontro, ed egli alquanto in pena

Chiamerà, chiamerà :

“Piccina-mogliettina

olezzo di verbena”

I nomi che mi dava al suo venire.

Tutto questo avverrá, te lo prometto.

Tienti la tua paura,- io con sicura

Fede lo aspetto.



Un bello dia veremos

Levantarse un hilo de humo en el extremo

confín del mar

Y después aparece la nave.

Y después la nave blanca

Entra en el puerto, truena su saludo.

Ves? Ha venido!

Yo no voy a buscarlo, yo no. Me pongo

Ahí, en lo alto de la colina y espero, espero

Mucho tiempo y no me importa

La larga espera.

Y...salido de entre la multitud de la ciudad

Un hombre, un pequeño punto

Subiendo por la colina.

¿Quién será? ¿Quién será?

Y cuando esté aquí,

¿Qué dirá? ¿Qué dirá?

Llamará Butterfly a lo lejos

yo sin responder

Estaré escondida

Un poco por bromear y un poco...por no morir

al primer encuentro, y él un poco ansioso

llamará, llamará;

“Pequeñita, mi pequeña esposa

Perfume de verbena”

Los nombres que solía llamarme.

Todo esto sucederá, te lo prometo.

Guárdate tus temores, yo con segura

Fe lo espero!








jueves, 27 de mayo de 2010

¡Puro canto!

Tres grandes, Netrebko, Domingo y Villazón, cantando un brindis de La traviata en un concierto multitudinario en Berlín. ¡Una fiesta!Netrebko, Domingo y Villazón cantando el brindis de La traviata

martes, 25 de mayo de 2010

Madame Chrysanthème


Esta es una fotografía hecha en Nagasaki,  en 1885, por uno de los primeros fotógrafos de Japón, Ueno Hikoma. En ella aparecen Pierre le Cor, llamado Ives, con su inseparable amigo, el famosísimo en su momento escritor francés Pierre Loti (cuyo verdadero nombre era Julian Viaud). Sentada en el medio entre ellos se encuentra la japonesa O-Kiku-San, protagonista de el libro Madame Chrysanthème, que alcanzó un indescriptible éxito y popularidad. El compositor André Messager, francés como Loti, transformó el libro en una ópera homónima, precursora directa de Madama Butterfly, que Puccini escribiría once años más tarde. Nótese el parecido del nombre japonés de Madame Chrysanthème con Cio-Cio-San, protagonista de Madama Butterfly. La fotografía es un testimonio más de la historia, o mejor dicho las historias reales que hay detrás de la historia de Madama Butterfly.

lunes, 24 de mayo de 2010

Madama Butterfly


Una puesta de Madama Butterfly en la Opera de San Francisco


Una puesta de Madama Butterfly en Irlanda

Elisabeth Schwarzkopf (1915-2006)



Fue la Maria Callas del norte de los Alpes, al mismo tiempo muy diferentes y con muchas cosas en común. Cada una en su estilo son tal vez las dos más grandes sopranos de la segunda mitad del siglo XX, las dos brillaron especialmente en la década del cincuenta. En la versión de Turandot, de Puccini, en que el rol protagónico es cantado por Maria Callas el paple de Liù está a cargo de Elisabeth Schwarzkopf. Detrás de ambas estuvo un hombre muy notable, el marido de Schwartzkopf y gerente artístico del sello EMI, Walter Legge (1906-1979), alguien extraordinario en muchos sentidos al que los melómanos de todo el mundo le debemos no sólo grabaciones memorables, sino incluso mayores estándares de calidad artística en las grabaciones de mucha música.
Además de haber sido extraordinaria en los papeles de  Fiordiligi (Cossì fan tutte), la Condesa (Las bodas de Fígaro),  Donna Elvira (Don Giovanni) y la Mariscala (El caballero de la rosa) fue una gran cantante de lieder, es decir de canciones alemanas. Son famosas sus interpretaciones de lieder de Hugo Wolf, Richard Strauss, Gustav Mahler, Franz Schubert, etc.



lunes, 17 de mayo de 2010

Propuesta, programa y modalidad

ENCUENTROS DE OPERA
Propuesta

El goce de la ópera es lo que los ingleses llaman un acquired taste, un gusto adquirido a partir de la frecuentación. Y es que todo en la ópera es artificial, eso es parte de su encanto, pero también una de las razones que hacen que su acceso no sea ni simple ni directo. Es por esta artificialidad que muchas veces la ópera, vista desde afuera, resulta tan rara, chocante, gritona.
Pero si se encuentra el desfiladero para entrar y relacionarse con la ópera desde adentro, es muy grande el riesgo de que esa explosiva combinación de teatro, palabras y música produzca adicción. Muy poderoso en especial lo que logra generar desde el punto de vista de la emoción. Al potenciarse el teatro con la música algo se revela que va más allá de lo que alcanzarían cada uno por separado. En la ópera, como en el rock, todo es intenso, se busca llevar la experiencia a los extremos, y por eso genera grandes adhesiones y grandes rechazos. En general no acepta términos medios.
Como todo el mundo, cuando disfruto de algo no me alcanza con mi propio goce, quiero compartirlo con otros. Como tanta felicidad le debo a lo largo del tiempo a la ópera he logrado que muchos queridos amigos míos, que ni se imaginaban esa posibilidad, se llegaran a entusiasmar con la ópera. Incluso a algunos los hice caer en la adicción. Por supuesto otros hicieron la experiencia y constataron que no era para ellos, pero yo me quedé muy satisfecho de que su juicio no se basara en prejuicios sino en un “entré, recorrí, y no era lo que estaba buscando”.
Estoy proponiendo un espacio para facilitar ese pasaje, para hacer una verdadera experiencia de la ópera, algo que va mucho más allá del “escuché ópera” que alguna gente me dice, y que es lo mismo que si dijeran “escuché el audio de una película”. Un espacio al que está invitado cualquiera que quiera disfrutar de un momento de ópera en compañía, pero que está especialmente pensado para aquel que nunca escuchó ópera y le pica la curiosidad de meterse en ese mundo (y no tengan duda que es un mundo) o a aquel que ya se va metiendo y quiere transitar en compañía.
La ópera es una fiesta, un evento, que cobra su pleno sentido en el teatro, en el hecho único e irrepetible de cada representación, de cada puesta. Por eso cuando tuve que decidir cómo armar el recorrido, si hacer un desarrollo histórico, o por escuela nacional, o dedicarnos a un músico, finalmente decidí dejarme guiar por la temporada de ópera (tomando los teatros Colón, Avenida y Argentino de La Plata). Y ello por dos razones:
La primera y más importante es porque de ese modo da lugar a que el que quiera pueda, después de que hayamos hecho una introducción a cada ópera, hacer la experiencia viva de verla en el teatro.
La segunda es que eso le pone al recorrido un factor aleatorio que me gusta, algo así como el azaroso orden de las entradas de una enciclopedia que tanto le gustaba a Borges.
La ópera, creación moderna: un maravilloso tesoro que se ha acumulado a lo largo de cuatro siglos. No quiero que el tesoro quede en el arcón, quiero que se dilapide en goce... Si bien en este espacio no estoy como analista, inevitablemente, tratándose de teatro, situaciones dramáticas, personajes, la mirada del psicoanalista está, condimenta imperceptiblemente las presentaciones.
Jorge Reitter, psicoanalista, melómano.



Programa

En un principio había pensado el espacio como quincenal, pero luego constaté que para adaptarme a la temporada no podía sujetarme a un esquema tan regular, de modo que en esto también el azar hizo lo suyo.

Mayo

Introducción
La Bohème, de Giacomo Puccini.

Junio

Madama Butterfly, de Giacomo Puccini.
Manon Lescaut, de Giacomo Puccini.
Rigoletto, de Giuseppe Verdi.

Julio

Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart.
Giulio Cesare, de Georg Friedrich Händel.

Agosto

Manon, de Jules Massenet.
Così fan tutte, de Wolfgang Amadeus Mozart.
Aida, de Giuseppe Verdi.

Septiembre

Serse, de Georg Friedrich Händel.
Katia Kabanová, de Leoš Janácek.
Octubre

La cenerentola, de Gioachino Rossini.
Francesca de Rimini, de Riccardo Zandonai.

Noviembre

Falstaff, de Giuseppe Verdi.
Fausto, de Charles Gounod.


Modalidad

Las reuniones están pensadas de dos horas, aunque seguramente el entusiasmo (así lo espero) no nos permitirá ser demasiado estrictos. Comenzaríamos hablando de la ópera, pinceladas sobre el momento histórico, el compositor, en fin, todo lo que permita ir dando un contexto que facilite el acceso a la obra, y luego le dedicaríamos más de la mitad del tiempo a los fragmentos más significativos de cada ópera, que mi idea es elegir en función tanto de la ópera en sí misma como de ir haciendo un recorrido que poco a poco vaya dando una idea de la estructura y desarrollo de la ópera como género artístico. Siempre reservando un tiempo al final para que cada uno pueda decir algo de lo que la experiencia le produjo, que me parece una instancia fundamental para apropiarse de la vivencia y no quedar pasivamente tomado por el bombardeo de sensaciones (hay que tener en cuenta que al ver una ópera uno está incorporando simultáneamente una obra de teatro, el texto, la música, la puesta, las actuaciones… es mucho.)
El costo por reunión es de sesenta pesos, si es por mes es de cincuenta por reunión, o sea cien pesos los meses de dos reuniones o ciento cincuenta los de tres.
El lugar de encuentro es en Honduras y Salguero, en Palermo.
¡Los espero!