Esta temporada hasta el momento no ha sido muy pródiga en comedias y entonces con Cosí fan tutte va a ser la primera vez en el año que veamos una ópera en la que no muere nadie. O.K., hubo que esperar, ¡pero qué comedia! ¡Y las que nos esperan aún, otros dos platos fuertes que se llaman La cenerentola y Falstaff! Un festín.
Somos minoría, pero una minoría no tan ínfima, los mozartianos que consideramos que Così fan tutte es la mejor ópera de Mozart. Todo en ella es un disparate, pero un delicioso disparate que suscitó toda la censura del siglo XIX, es decir del romanticismo, que por supuesto prefirió absolutamente a Don Giovanni. ¡Y qué música, un flujo contante de música celestial! Por el momento no digamos nada de la trama, simplemente zambúllanse en esta música sublime. Se las regalo en una versión histórica, grabada entre 1934 y 1935 en el festival de Glyndebourne, que con esta obra en esta versión inauguraba su magnífica historia. Dirige el genio de Fritz Busch, cantan como Ferrando Heddle Nash, como Guglielmo Willi Dongraf-Fassbänder y como Don Alfonso John Brownlee. Es un trío (sí, Così fan tutte está casi llena de esos increíbles conjuntos mozartianos, dúos, tríos, cuartetos... ¿por qué creen que les dije que era mi favorita?) que se llama Una bella serenta.
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