viernes, 13 de agosto de 2010

Come scoglio immoto resta












La historia se inicia en Nápoles, en un café donde se bebe y se juega a las cartas. Dos jóvenes oficiales, Guglielmo y Ferrando, están charlando con Don Alfonso, un amigo, hombre de mundo y "filósofo", de ese tipo de filósofos que produjo el siglo XVIII. Don Alfonso dice que la fidelidad de las mujeres es como el ave Fénix, todos hablan de ella pero nadie la vio. Los dos jóvenes replican que tanto Firodiligi como Dorabella, las hermanas de las que están enamorados, son ese ave Fénix. Entonces Don Alfonso propone una apuesta: si ellos, como soldados que son, hacen todo lo que él les diga durante un día, les va a demostrar que es él quien tiene razón.



Los dos jóvenes, que supuestamente fueron llamados al "campo de batalla" (y esto da lugar a una deliciosa escena de despedida) retornan disfrazados como dos ricos comerciantes Albaneses, y siguiendo las directivas de Don Afonso comienzan el asedio de las dos hermanas.



En esta aira, Fiordiligi echa indignada a los dos pretendientes. Temerari, sortite di questo loco! (Temerarios, ¡salgan de aquí!) comienza en recitativo, y en el aria dirá que su fidelidad y su amor son fuertes como una roca que permanece impávida ante los vientos y la tempestad. Un rato más tarde estará en los brazos de Sempronio, que no es otro que Ferrando, el novio de su hermana Dorabella.



Canta la muy bella Veronique Gens.

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