Bellísima versión , por dos grandes, Franco Corelli y Renata Tebaldi, de uno de los momentos más conmovedores de Francesca da Rimini, justo antes, precisamente, del momento que relataba Dante, cuando los cuñados enamorados se encuentran y la lectura de la historia de Lanzarote y Ginebra provoca (juego de la ficción y la así llamada realidad) el primer beso.
El la ópera está siempre en el transfondo la historia de otra de las grandes historias de amor medievales, la de Tristán e Isolda, aludida tanto en el texto como en ciertos giros de la música donde la influencia de Wagner es muy evidente.
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