jueves, 22 de septiembre de 2011





Giuseppe di Stefano haciendo la famosa aria Vesti la Giubba y el final de final de Pagliacci (1892), de Ruggiero Leoncavallo. El papel de Nedda a cargo de Clara Petrella, la grabación hecha en vivo en el Teatro alla Scala de Milano el 24 de abril de 1956. Director musical Nino Sanzogno.







Aquí va este link con la para mí hasta ahora desconocida soprano griega Vasso Papantoniou, haciendo la romanza de Medora de Il Corsario, de Giuseppe Verdi. De esta misteriosa soprano sólo pude averiguar que estuvo activa en los años 1971 y 1972, lo que la vuelve aún más enigmática. Es una grabación hecha en vivo en Frankfurt en el año 1971.

domingo, 14 de agosto de 2011

Martha Argerich y Gidon Kremer tocan la sonata Nro. 1 para violín y piano de Sergei Prokofiev

Como con un viejo amigo querido me crucé con este movimiento, andante, de la sonata para violín y piano Nro. 1 de Segei Prokofiev, en la versión perfecta, la de Gidon Kremer y Martha Argerich.

miércoles, 20 de julio de 2011

Amor cortés, mística y Wagner



Denis de Rougemont (1906-1985)

Denis de Rougemont, el autor de El amor en occidente, enumera varios temas comunes a los trovadores que cultivaban la práctica del amor cortés (esa filosofía del amor que floreció en Provenza en los siglos XI y XII) y los místicos ortodoxos, y que como podrán ver están todos presentes en el texto de Tristán e Isolda de Wagner.

- Morir por no morir.
- La "quemadura suave".
- El "dardo de amor" que hiere sin matar.
- La "salvación" del amor.
- La pasión que "aísla" del mundo y de los seres.
- La pasión que empalidece todo otro amor.
- Quejarse de un mal que sin embargo se prefiere a toda alegría y a todo bien terrestre.
- Lamentar que las palabras traicionen el sentimiento "inefable" y que sin embargo hay que decir.
- El amor que purifica y aleja todo pensamiento vil.
- El querer del amor sustituyéndose al querer propio.
- El "combate" de amor, del cual hay que salir vencido.
- El simbolismo de los "castillos", remansos del amor.
- El simbolismo del "espejo", amor imperfecto que reenvía al amor perfecto.
- El "corazón arrebatado", el "entendimiento embelesado" , el "rapto" del amor.
- El amor considerado como "conocimiento" supremo.

domingo, 17 de julio de 2011

Dialéctica del deseo versión siglo XII


El poeta anglo-normando del siglo XII Tomás de Inglaterra, del que prácticamente nada se sabe, escribió una de las primeras versiones conservadas de Tristán e Isolda. En su poema Tristán se casa, cuando debe separarse de Isolda, con otra Isolda, "la de las blancas manos". Una vez casado con esta segunda Isolda (el poeta nos dice que Tristán no hubiese aceptado una mujer con otro nombre ni una mujer que no fuese bella) es legalmente suya, pero lejos de alegrarse esto aumenta su dolor. Escribe Tomás:
"Jamás [Tristán] hubiese menospreciado el bien que tiene si no hubiese sido el suyo: su corazón sólo siente aversión por la felicidad que está forzado a tener. Si se la hubiesen negado, se hubiese lanzado a su búsqueda, pensando siempre encontrar algo mejor, porque no ama lo que tiene... Así le ocurre a mucha gente. En cuanto a amargos deberes de amor, angustias, pesadas penas y tormentos, lo que hacen para sustraerse de ellos, por liberarse y vengarse de ellos los somete con un lazo más inextricable todavía. Deseos irrealizables, imposibles ansias los conducen a que todo lo que hacen en su desamparo irrita su amargura... Aquel que tensa todos sus deseos hacia una felicidad inaccesible, ese pone su voluntad en guerra con su deseo".
¡No inventamos nada!

sábado, 25 de junio de 2011

Tristán e Isolda, tercer acto: Dünk dich das? Canta Lauitz Melchior


Tritán:
¿Lo crees así?
Yo sé que será de otro modo,
pero no puedo explicártelo...
En donde desperté
no debo detenerme;
mas donde permaneceré
no sabría decírtelo.
Allí no veré el sol
ni veré tierras ni gente;
pero lo que contemplaré
no puedo expresártelo...
Estuve, donde he permanecido siempre
y hacia donde partiré eternamente.
¡En el vasto reino de la noche universal
sólo se posee un conocimiento:
el divino, eterno y primitivo olvido!

jueves, 2 de junio de 2011

Leonard Bernstein comenta sobre Das Lied von der Erde (La canción de la tierra) de Gustav Mahler

No tiene desperdicio: Leonard Bernstein comenta sobre la estructura general y en particular sobre las dos últimas canciones (¿debiera decir los dos últimos movimientos?) de la "Sinfonía para voz de tenor y de contralto (o barítono) y orquesta", llamada Das Lied von der Erde (La canción de la tierra). Cada movimiento de esta sinfonía es una canción. La última, La despedida, es una de las canciones más hermosas que existen. Aquí escuchamos unos fragmentos de ambas interpretados por René Kollo y Crista Ludwig, con la orquesta filarmónica de Isarel.

sábado, 21 de mayo de 2011

Max Lorenz y Paula Buchner cantan "O sink hernieder", del segundo acto de Tristán e Isolda.


¡Oh desciende, noche de amor,
concédeme olvidar que vivo!
¡Acógeme en tu seno,¨
liberame del mundo!
Apaga ahora la última luz.
Lo que pensábamos, lo que creíamos,
todo recuerdo, toda memoria,
el sublime presentimiento
del sagrado crepúsculo
extiengue el horror del engaño
liberándonos del mundo.


Tristán e Isolda: la violencia del deseo


¿No conocías el poder del amor? ¿Ni el poder de su magia? ¿Al que gobierna el devenir del mundo? Vida y muerte están sometidas a él que las teje con dicha y sufrimiento mudando la envida en amor.
Richard Wagner
Tristán e Isolda, acto II, escena I

La primera vez que escuché el dúo de amor de Tristán e Isolda tenía catorce o quince años. Por muchos años no lo quise volver a oír. Me había sentido violentamente expulsado por esa música casi insoportable. Si me hubiese dado tiempo para escuchar un poco más tal vez hubiese llegado a tenerle miedo. Ahora creo que escuché bien, que tuve la reacción adecuada a la violencia que la música expresaba.
Porque en ese dúo, especialmente en el comienzo, no se trata sólo de amor. Se trata esencialmente de erotismo. Por eso la música es como un mar que arrastra a los protagonistas y con ellos nosotros somos arrebatados, no suavemente sino con violencia, con la violencia inherente al erotismo. Esa misma fuerza que los va a arrastrar a la muerte/goce en la que termina la obra.
Escuchemos las palabras que se dicen, ya no importa quién, porque justamente entramos en una zona seductora y muy peligrosa donde los límites se disipan: ¿Te siento realmente?/¿Eres tú misma?/¿Veo tus ojos?/¿Esta es tu boca?/¿Está aquí tu mano?/¿Está aquí tu corazón?/¿Soy yo?/¿Eres tú?/¿No es un engaño?/¿No es un sueño? Cuerpo, acá no se trata sólo del alma. Pero el cuerpo mismo parece a punto de despedazarse, de estallar o perderse.
Tengo la impresión que con esta música sucede lo mismo que con el erotismo del cual surge: si estamos adentro nos arrebata un goce de una intensidad casi insoportable, pero si quedamos afuera sólo percibimos lo insoportable, algo amenazante y que casi nos ofende.

Max Lorenz y Paula Buchner cantan la última parte del dúo de amor del segundo acto de Tristán e Isolda

Tristán
¿He de escuchar?
Isolda
¡Déjame morir!
Tristán
¿Tendré que despertar?
Isolda
¿Despertar? ¡Jamás!
Tristán
¿Despertará aún a Tristán el día?
Isolda
¡Deja que la muerte haga huir el día!

miércoles, 18 de mayo de 2011

sábado, 14 de mayo de 2011

El romanticismo alemán: Weber, Der Freischütz, segunda parte.

"En ninguna variedad de trabajo artístico es la fragmentación de las partes tan difícil de evitar como en la ópera (...) Por ópera yo entiendo la ópera que los alemanes desean, una obra de arte en sí misma, en la cual las contribuciones parciales de las artes que contribuyen a crearla se unen, desaparecen, y al desaparecer, construyen de alguna manera un universo nuevo.
"Uno debe detenerse primeramente a admirar la obra en su conjunto; a continuación, en un análisis más detenido, ya puede uno disfrutar de la belleza individual por separado". Podrían perfectamente ser palabras de Wagner, tan próximas están a su búsqueda de la Gesamtkunstwerk, la obra de arte total. Son, sin embargo, palabras de Carl Maria von Weber. Se ve claro hasta qué punto Wagner es heredero de la tradición de la ópera romántica alemana a la que lleva a su paroxismo.
El Leitmotiv, tan asociado al compositor de Tristán e Isolda, está ya muy presente en Der Freischütz, particularmente en los motivos asociados a la presencia de la demoniaco, muy presentes, previsiblemente, en esta escena. Pero justamente en una sóla escena no se puede apreciar su función específica, para ello hay que escuchar toda la ópera. Espero haberlos tentado...

El romanticismo alemán: Weber, Der Freischütz, primera parte.


En 1844 Richard Wagner, que había sido designado Kapellmeister en la corte del Rey de Sajonia en Dresde, se vale de su insipiente renombre y del peso de su cargo para lograr que los restos de Carl Maria von Weber sean trasladados desde Londres, donde había muerto en 1826. Compone la música fúnebre y organiza una marcha con antorchas. Muchos quedan conmovidos por la solemnidad de la ocasión: Wagner y su profundo instinto teatral.
Rinde así homenaje al héroe de su juventud y al iniciador del romanticismo alemán en la ópera. Es tal el peso de Wagner en la historia de la ópera que me vería tentado a decir que Weber tiene mucho de Wagner, pero ello se debe sólo al efecto de lectura retrospectiva que Borges ilustrara ejemplarmente en su artículo Kafka y sus precursores. Es claro que sería mucho más correcto decir que Wagner tomó mucho, muchísimo de ese genial y malogrado músico que fue Carl Maria von Weber. Al igual que Wagner, músico, director de orquesta, hombre de teatro, crítico musical, teórico.
Aquí vemos la primera parte de la escena más famosa de su ópera más famosa, Der Freischütz. Como la palabra no tiene traducción al castellano, cuando no se la nombra directamente en alemán se la traduce, muy insatisfactoriamente, como El cazador furtivo. Es cierto que El cazador que utiliza balas mágicas infalibles no sería muy adecuado como título para una ópera. Es la escena Kaspar (interpretado por Wolfgang Probst) intenta renovar un pacto con el diablo a cambio de llevarle una nueva víctima, Max (interpretado por Toni Krämer). Éste último sólo podrá casarse con su amada Agathe si gana el concurso de tiro que tendrá lugar al día siguiente. Pero hace varias semanas que ha perdido su habitual buena puntería (y no sabe que el diablo metió la cola a través de Kaspar) y en su desesperación se deja convencer por Kaspar de acompañarlo a fundir las balas mágicas a medianoche, en un siniestro paraje en lo profundo del bosque, la garganta o desfiladero del lobo. Como se verá tenemos tantos elementos caros al romanticismo, el bosque, la medianoche, el pacto con el demonio, los espectros (el primer coro que se oye es un coro de espectros, no está cantado por las criaturas que aparecen en escena en esta versión), el ritual, la los presagios, los aparecidos.

lunes, 9 de mayo de 2011

Lauritz Melchior canta "O König", final del segundo acto de Tristán e Isolda.


Aquí tenemos otra vez al gran Lauritz Melchior. Fue el tenor estrella wagneriano del Tercer Reich, pero parece ser que le trajo a los jerarcas nazis no pocos dolores de cabeza. No sólo estaba casado con un judía (que gracias a ello se salvó de los campos de concentración) sino que además parece ser que disimulaba muy poco su bisexualidad. No podían renunciar a él, porque era demasiado bueno e irreemplazable, pero ¿cómo se las habrán arreglado para digerir que el cantante que tenía que ser símbolo de todo lo ario y de la raza superior tuviese defectos tan poco arios?
Aquí lo escuchamos en el final del segundo acto de Tristán e Isolda, cuando los amantes son "sorprendidos" (los que vieron el comienzo del acto y el dúo de amor van a entender muy bien el por qué de las comillas) por Melot, el "amigo" de Tristán (lo mismo respecto de las comillas) y el rey Marke. Después del largo reproche y la consternación del rey, Tristán responde. Su respuesta empieza con las famosas palabras:
O König, das
kann ich dir nicht sagen;
und was du fräst,
das kannst du nie erfahren!
traducidas:
¡Oh rey eso
no te lo puedo decir
y lo que preguntas
jamás podrás saberlo!
Quien haya sentido el dolor de lo indecible podrá entender el de Tristán.

martes, 26 de abril de 2011

Scriabin, una película de Oliver Becker. Primera parte.

Una tremenda documental sobre Scriabin, con testimonios muy interesantes y fragmentos de una música increíble. Está en un inglés muy comprensible.

jueves, 21 de abril de 2011

Temporada 2011

"Este Tristán es y será para mí un milagro! Cada vez me resulta más incomprensible que haya podido hacer algo así... pues no intentes ocultármelo... con esta ópera he transgredido en extremo todo lo que se encuentra en el campo de las posibilidades de nuestra labor..."escribe Wagner a Mathilde Wesendonk, la mujer sin la cual este drama musical no hubiese existido.
Tristán e Isolda es mucho más que una obra genial, es un hito en la historia de la música occidental. Tanto quienes la amaron apasionadamente como quienes la aborrecieron y la consideraron peligrosa y decadente tuvieron conciencia de que estaban ante algo nuevo, no sólo una nueva ópera (a Wagner le hubiese molestado, y con razón, que se la llamase "ópera"), sino una nueva manera de concebir la música y el drama musical. Wagner lo dice en su carta: "...he transgredido en extremo..."
Esta obra escrita por un hombre que afirmaba no haber sentido nunca la verdadera felicidad del amor es de una intensidad tal que no da lugar a la indiferencia. Verdi dijo que ante ella se sintió "maravillado y aterrado"; y Nietzsche, cuando ya hacía tiempo se había distanciado de Wagner reconocía: "incluso ahora sigo a la búsqueda de una obra que ejerza una tan peligrosa fascinación, tal estremecimiento y maravillosa infinitud como Tristán". En ella Wagner nos mantiene en el borde siempre evanescente entre lo extático y lo doloroso, incluso lo insoportable. Por esa intensidad misma no es una obra de fácil acceso, pero una vez que se logra entrar...
Al ser una fusión de música y teatro la ópera multiplica las emociones de la palabra y de la música, y crea un mundo de una bellísima artificialidad. Estos Encuentros de ópera fueron especialmente pensados para facilitar el disfrute de la ópera a aquellos que se sienten atraídos pero les cuesta encontrar un modo de entrada, o a quienes se van acercando y quieren ampliar el panorama, hacer recorridos más vastos por esas comarcas. El año pasado comenzamos con un panorama en extensión, guiándonos por las óperas que estaban en cartel en los distintos teatros de Buenos Aires y en Teatro Argentino de La Plata; este año, al menos hasta agosto, el recorrido será en intensión, nos dedicaremos a disfrutar a fondo esta obra excepcional que es Tristán e Isolda.
Para ello en cada encuentro dedicaremos parte del tiempo a la presentación de la obra, del compositor, de la época, del contexto cultural y artístico, y fundamentalmente nos dedicaremos a escuchar o ver momentos seleccionados de este drama musical, distintas versiones, distintas puestas, iremos familiarizándonos tanto con la música como con el drama, y como culminación de este recorrido sabremos por supuesto más sobre la obra, pero el objetivo primero de los encuentros no es el saber sino el goce.
Desde el comienzo de estos encuentros puse el acento en hacer la experiencia de la ópera en el teatro. Este año tenemos una excelente ocasión, en primer lugar porque siempre, en cualquier teatro del mundo, representar Tristán e Isolda es un evento especial, y además porque la versión que tendrá lugar en el Teatro Argentino de la Plata promete ser un lujo, con la dirección musical de Alejo Pérez y la dirección escénica de Marcelo Lombardero. La propuesta es concluir esta primera parte del año con una salida a La Plata para ver la obra.
Se mantendrán los horarios con los que nos venimos manejando: martes a las 20:30 y sábados a las 11:00, con una frecuencia mensual. Los días previstos son:
Horario de los martes a las 20:30:
26 de abril
24 de mayo
21 de junio
19 de julio
9 de agosto
Horario de los sábados a las 11:00
30 de abril
28 de mayo
25 de junio
23 de julio
6 de agosto
Costo por reunión: setenta pesos
Los espero, Jorge Reitter, psicoanalista, melómano.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Bruno Benedetti Michelangeli interpreta el scherzo de la sonata Nro 12, op 26, de L. van Beethoven

El comienzo del scherzo de la sonata Nro. 12 de Ludwig van Beethoven. Lamentablemente no puedo encontrar la segunda parte, pero vale la pena este fragamento interpretado por el gran Arturo Benedetti Michelangeli.

domingo, 20 de febrero de 2011

Mozart: sinfonía 41 K 551 - Menuetto

Si bien la palabra scherzo se venía usando desde el siglo XVII, tal como lo conocemos es una invención específicamente beethoveniana. Viene a ocupar el lugar del minué de Haydn y de Mozart, y concerva de éste ultimo algunas características formales y el compás ternario. En general, ya que como estamos hablando de arte y no de dogmas, nada es tan rígido, para todo hay excepciones.
Aquí podemos escuchar el tan bello minué de la última sinfonía de Mozart, la Nro. 41, en do mayor. Jeffrey Tate dirige la Orquesta inglesa de cámara.

domingo, 13 de febrero de 2011

Haydn, tema con variaciones sobre "Dios salve al emperardor Francisco"

Un bellísimo ejemplo de variaciones escritas por el gran Joseph Haydn (1732-1809). Un importante teórico de la música contemporáneo, Gerorg Joseph Vogler (1749-1814) escribió que Haydn "fue el primer hombre que nos enseñó variaciones y cómo extenderlas a todos los instrumentos". Esto, dicho por un lúcido intelectual, nos da una idea del peso de Haydn en la conformación de los modelos clásicos. El tema sobre el que se basan las variaciones es el de un himno al emperador, "Got erhalte Franz der Kaiser", "Dios salve al emperador Francisco". Estas variaciones constituyen el segundo movimiento, el lento, del cuarteto op. 76 Nro. 3, que por este movimiento es conocido como cuarteto del Emperador.
La primera variación, como podrán notar, es sólo para los dos violines, estando la melodía a cargo del segundo. En la segunda variación es el cello el que tiene a su cargo la melodía, que en la tercera pasa a la viola. La cuarta y última variación es una suerte de apoteosis.

sábado, 12 de febrero de 2011

Mozart: 12 Variations "Ah, vous dirai-je, maman" KV 265 (Clara Haskil)

Excelente este enlace para ir entrando en clima para el encuentro del próximo martes, familiarizándose con el género variación. Es un ejemplo muy sencillo (pero no por eso menos bello) de Mozart, en el que además los que se den una idea pueden seguir la música en la partitura, que alguien muy generosamente se tomó el trabajo de subir. Toca la gran, gran Clara Haskil. Noten como la estructura del tema, y de las variaciones, consta de dos frases, digamos A y B, que se repiten, lo que da un esquema AABB, que se repite en cada variación.

lunes, 7 de febrero de 2011

Evgeny Kissin toca las 32 variaciones en do menor, segunda parte.

Evgeny Kissin toca las 32 variaciones en do menor, primera parte.

Evgeny Kissin toca una obra de 1806 que por razones que desconozco no fue incluída por Beethoven entre sus obras catalogadas. No son, como erróneamente indica la entrada de youtube, las variaciones op. 32, sino 32 variaciones en do menor, WoO (sigla alemana que significa "obra sin opus") 80. Se caracterizan por tener un tema muy corto, de sólo 8 compases, del cual Beethoven saca las 32 variaciones. Dada la extensión de la obra va dividida en dos entradas.

jueves, 27 de enero de 2011

El testamento de Heligenstadt

El testamento de Heligenstad es un conmovedor documento que Beethoven escribe en 1802, cuando dolorosamente va tomando conciencia de lo incurable de su sordera. Es un testamento a favor de sus dos hermanos, aunque curiosamente en cada lugar donde debía figurar el nombre de Johann aparece el espacio en blanco, sin que se sepa exactamente por qué. Es posible, dicen, los historiadores, que no estuviera seguro de cuál era el nombre completo de su hermano. Otros creen que es un testimonio de su ambvilancia hacia ese hermano. El testamento fue encontrado entre los papeles de Beethoven después de su muerte. Probablemente nunca se lo haya mostrado a nadie. Sus amigos Anton Felix Schlindler y Stephan von Breuning lo publicaron seis meses después de la muerte del compositor, en octubre de 1827.

Para mis hermanos Carl y….... (Johann) van Beethoven:
¡Oh, hombres que me juzgáis cruel, testarudo o misántropo! ¡Cuán equivocados estáis! Desde mi infancia, mi corazón y mi mente estuvieron inclinados hacia el tierno sentimiento de bondad. Aún a realizar grandes actos estuve siempre dispuesto, pero, reflexionad que hace ya seis años en los que me he visto atacado por una dolencia incurable, agravada por médicos insensatos, estafado año tras año con la esperanza de una recuperación, y finalmente obligado a enfrentar el futuro una enfermedad crónica (cuya cura llevará años, o tal vez sea imposible); nacido con un temperamento ardiente y vivo, hasta inclusive susceptible a las distracciones de la sociedad, fui obligado temprano a aislarme, a vivir en soledad.



Cuando en algún momento traté de olvidar, ¡oh, cuan duramente fui forzado a reconocer la triste experiencia renovada de mi enfermedad! Y aun entonces, era imposible para mi, decirle a los hombres: ¡habla mas fuerte, grita, porque estoy sordo! ¡Ah! Como era posible que yo admitiera tal flaqueza en un sentido que en mi debiera ser mas perfecto que en otros, un sentido que una vez poseí en la mas alta perfección, una perfección tal como pocos en mi profesión disfrutan o han disfrutado –Oh, no puedo hacerlo, entonces perdonadme cuando me veáis retirarme cuando yo me mezclaría con vosotros con agrado, mi desgracia es doblemente dolorosa porque forzosamente ocasiona que sea incomprendido. Para mi no puede existir la alegría de la compañía humana, ni los refinados diálogos, ni las mutuas confidencias, solo me puedo mezclar con la sociedad un poco cuando las mas grandes necesidades me obligan a hacerlo. Debo vivir como un exilado, si me acerco a la gente un ardiente terror se apodera de mi, un miedo de que puedo estar en peligro de que mi condición sea descubierta.



Así ha sido durante el año pasado que pasé en el campo, ordenado por mi inteligente medico, a descansar mi oído tanto como fuera posible, en esto coincidiendo por mi natural disposición, aunque algunas veces quebré la regla, movido por mi instinto sociable, pero ¡que humillación, cuando alguien se paraba a mi lado y escuchaba una flauta a la distancia, y yo no escuchaba nada, o alguien escuchaba cantar a un pastor, y yo otra vez no escuchaba nada! Estos incidentes me llevaron al borde de la desesperación, un poco mas y hubiera puesto fin a mi vida – solo el arte me sostuvo, ah, parecía imposible dejar el mundo hasta haber producido todo lo que yo sentía que estaba llamado a producir. Y entonces soporté esta existencia miserable – verdadera mente miserable, una naturaleza corporal hipersensible a la que un cambio inesperado puede lanzar del mejor al peor estado – ¡Resignación! – Esta dicho que ahora debo elegirla para que me guíe, así lo he hecho, espero que mi determinación permanecerá firme para soportar hasta que a las inexorables parcas les plazca cortar el hilo. Tal vez mejoraré, tal vez no, estoy preparado. Forzado ya a mis 28 años a volverme un filósofo, oh, no es fácil, y menos fácil para el artista que para otros –



Ser Divino, Tu que miráis dentro de lo profundo de mi alma, Tu sabes, Tu sabes que el amor al prójimo y el deseo de hacer el bien, habitan allí. Oh, hombres, cuando algún día leáis estas palabras, pensad que habéis sido injustos conmigo, y dejad que se consuele el desventurado al descubrir que hubo alguien semejante a él, que a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, igualmente hizo todo lo que estuvo en sus manos para ser aceptado en la superior categoría de los artistas y los hombres dignos.
Ustedes, mis hermanos Carl y ……, tan pronto cuando este muerto, si el Dr. Schmidt aun vive, pídanle en mi nombre que describa mi enfermedad y guarden este documento con la historia de mi enfermedad de modo que en la medida de lo posible, al menos el mundo se reconcilie conmigo después de mi muerte. Al mismo tiempo los declaro a los dos, como herederos de mi pequeña fortuna (si puede ser llamada de esa forma), divídanla justamente, acéptense y ayúdense uno al otro, cualquier mal que me hayáis hecho, lo sabéis, hace tiempo que fue olvidado. A ti, hermano Carl te doy especialmente las gracias por el afecto que me has demostrado últimamente. Es mi deseo que vuestras vidas sean mejores y mas libres de preocupación que la mía, recomendad la virtud a vuestros hijos, esta sola puede dar felicidad, no el dinero, hablo por experiencia. Solo fue la virtud que me sostuvo en el dolor, a esta y a mi arte solamente debo el hecho de no haber acabado mi vida con el suicidio – Adiós, y quiéranse uno al otro – Agradezco a todos mis amigos, particularmente al Príncipe Lichnowsky y al Profesor Schmidt – Deseo que los instrumentos del Principe L, sean conservados por uno de ustedes, pero que no resulte una pelea de este hecho, si pueden serviros de mejor fin, véndanlos, me sentiré contento si puedo seros de ayuda desde la tumba.



Con alegría me acerco hacia la muerte – si esta llega antes de que tenga la oportunidad de mostrar todas mis capacidades artísticas, habrá llegado demasiado temprano, no obstante, mi duro destino y probablemente desearé que hubiera llegado mas tarde – pero aun así estaré satisfecho, no me liberará entonces de mi interminable sufrimiento? Vengas cuando vengas, te recibiré con valor- Adiós y no me olvidéis completamente cuando este muerto, merezco eso de ustedes, habiendo yo pensado en vida tantas veces acerca de cómo hacerlos felices, sedlo -
HeiglnstadtOctubre 6, 1802
Ludwig van Beethowen



Asi pierdo -¡qué dolorosamente!- la dulce esperanza que me acompañó hasta ahora de verme curado, siquiera relativamente. Como se marchitan las hojas en el otoño, la esperanza se marchitó para mí. Me voy de aquí, tal como llegué, o empeorado todavía, pues he perdido el valor que me animaba a veces, en algunos bellos días de verano. ¡Oh, Providencia, permite que siquiera un día puro de alegría me ilumine aún! ¡Hace tanto tiempo que es ajeno para mí el eco de la verdadera dicha! ¿Cuándo, ¡oh divinidad¡ podré sentirla de nuevo en el templo de la Naturaleza y en la Humanidad? ¿Nunca? ¡Oh, no, sería demasiado cruel!

miércoles, 26 de enero de 2011

Beethoven: concierto para piano y orquesta Nro 4

El inmenso Claudio Arrau, junto a Ricardo Muti, haciendo el movimiento lento del concierto para piano y orquesta número 4 de Beethoven. De los conciertos para piano y orquesta de Beethoven es mi favorito. Este movimiento tiene la forma de un diálogo entre la orquesta y el piano, en el transcurso del cual las posiciones de ambos van transformándose.

lunes, 3 de enero de 2011

Diana Damrau - Poesie (Strauss Lieder)

Diana Damrau, la misma que vimos como Sophie en El caballero de la rosa, con magníficos fragmentos de canciones de Richard Strauss y comentarios en un inglés muy claro y entendible. Con la misma orquesta, la filarmónica de Munich, y el mismo director, Christian Thielemann.