El trío final de El caballero de rosa. La Mariscala cumple con lo que se había propuesto en el primer acto: no intentar retener lo que ya no se puede retener. Esto es lo que cantan cada uno:
MARISCALA (para sí, al mismo tiempo que Octavio y Sofía)
Hace algún tiempo decidí
que le amaría honestamente,
incluso aunque él amase a otra.
Pero verdaderamente yo no podía imaginar
que tendría que sufrir por ello tan pronto. (Suspirando) Hay tantas cosas en este mundo
que no nos las creemos
cuando oímos hablar de ellas...
Y, sin embargo, cuando nos ocurren a nosotros,
entonces uno comprueba que son ciertas.
Ahí está el muchacho y aquí estoy yo,
con la jovencita que le hará feliz
como a ningún otro hombre.
Con la ayuda de Dios
OCTAVIO
(hablando al mismo tiempo que la Mariscala y Sofía, primero para sí, luego mirando a Sofía)
Algo ha ocurrido, algo ha cambiado.
A ella quisiera yo preguntarle: ¿cómo ha ocurrido?
aunque sé que eso no me está permitido.
A ella quisiera yo preguntarle:
¿por qué estoy temblando por dentro?
¿Acaso he cometido alguna injusticia?,
aunque sé que no debería atreverme a preguntarlo.
Y entonces yo te contemplo, Sofía,
y sólo te veo a ti, sólo te siento a ti, Sofía,
y solamente sé una cosa: ¡que te quiero!
SOFÍA
(hablando a la vez que la Mariscala y Octavio, primero para sí, luego mirando a Octavio)
Parece que estoy en un templo,
con piedad santa, temor y remordimientos.
En realidad, no sé cómo me siento. (Con profunda expresión) Me gustaría arrodillarme ante la señora
y a la vez matarla, porque siento que
me da y me quita algo de él al mismo tiempo.
En realidad, no sé qué me ocurre.
Quiero comprenderlo todo, y no entender nada.
Quiero preguntar y, a la vez, no preguntar.
Siento que ardo y que estoy helada
.¡Y sólo te siento a ti y sólo sé que te amo! (La Mariscala, en silencio, abandona la escena sin que Octavio y Sofía se percaten de ello. Ambos están uno junto al otro. Al momento, Octavio toma a Sofía entre sus brazos)
¿Se puede amar así, como ama la Mariscala? ¿Se puede amar el amor de un amor que nos deja? ¿Se puede amar una felicidad que nos excluye?
Cantan Renée Fleming, Frederica von Stade y Kathleen Battle.
Uno de los momentos más bellos del Caballero de la rosa. Octavian, el joven hasta este momento enamorado de la Mariscala (interpretado aquí por AnneSophievonOtter) presenta la rosa en nombre del novio de Sofía, la hija del rico burgués recientemente ennoblecido y deseoso de ascender socialmente. El papel de Sofía es cantado por BorbaraBonney. Previsiblemente los dos jóvenes se enamoran.
La primera parte del primer número de Cuadros de una exposición, de Modesto Mussorgsky. Muy buena para apreciar los bronces. Valery Gergiev dirige la orquesta de Rotterdam.
Seguimos aprovechando la generosidad de la Filarmónica de Berlín. Aquí el final de la primera sinfonía de Brahms, una de las sinfonías que más amo. Aunque van a escuchar bastante a los timbales (el enlace figura, como verán, como timpani tutorial) sólo los verán en los útimos segundos del video.
Y siguiendo con los bronces aquí tenemos la trompeta, en un encantador fragmento de Petrushka, de Igor Stravinsky. También gentileza de la Filarmónica de Berlín.
Preparando el encuentro del próximo sábado vamos a empezar a familiarizarnos con los intrumentos de la orquesta. Aquí, gracias a la gentileza de la Filarmónica de Berlín (¡muchas gracias!) de la que aprovecharemos bastante, podemos ver y esuchar la tuba, el intrumento de bronce más grandote que está al lado de los tres trombones a bara. Es un fragmento de la sinfonía fantástica de Berlioz.